7 de julio de 2009

Registro 459


Registro # 459
Memorias, continuación del diario de Isidoro del Carmen Álvarez


Santiago, 15 de junio de 2009
Los híbridos tenemos recuerdos de nuestra madre, no recordamos su rostro pues nunca lo vemos, creo que eliminamos la imagen de su cadáver. Sé que mi madre sobrevivió un par de horas después de mi nacimiento. Recuerdo sus latidos, los escuché durante nueve meses, a veces eran arrítmicos. Quiero pensar que esa agitación era debido a un momento de alegría…aunque me temo que una mujer en su estado no era motivo de felicidad para nadie.

Mi mitad terrorífica bloqueo toda emoción humana, solo podíaescuchar e intentar interpretar los sonidos. Sin embargo, antes de comenzar a respirar sentí sus emociones. Pude sentir que a pensar de todo ella quería verme, ella me quería. Fue la única persona que lo hizo sabiendo mi origen. Sé que sus últimos minutos fueron de paz, de esa paz que alcanzan los humanos cuando han terminado una gran obra, esa paz que queda luego que sabes quealguien podrá continuar por ti.

A mi madre la he visto morir ya cinco veces, al menos su silueta, jamás he visto su rostro. Siempre camina hacia el límite. Unas veces lo hizo con miedo, otras con valentía, pero ha vuelto a vivir en este nivel. No se cual será la lección que aun no aprende, pero reencarna y no la puedo encontrar hasta que ya es demasiado tarde.

Esta vez era un hombre de un metro ochenta de estatura, gimnasio tres veces a la semana y auto caro, estuve cerca, ¡tan cerca! frecuentábamos el mismo circulo, seguramente teníamos acciones de varias compañías en común. Pero eso ya no importa, nuevamente ha partido y yo continúo preso en este lugar, espero que no sea yo la razón de su retorno infinito. Espero, que pueda avanzar hacia el próximo nivel.

Una bala atravesó su cráneo, luego cayó a la piscina, no intente socorrerle, preferí acompañar su alma por aquel pasadizo. No la acompañe hasta el limite, no me esta permitido, esta vez se fue en paz. ¿Porque las almas no tiene rostro? Si pudiera ver sus ojos le podría contar sobre todo lo que he hecho lo que haré…no, creo que le diría que la amo, la amo por ser mi madre, por que me amo aun sin conocerme, aun cuando le cague la vida. Pero ahora solo me queda sonreír, se fue en paz.
Y sonreía, sentado al borde de la piscina con mis exclusivos zapatos italianos entro del agua mientras veía su cuerpo flotar sin vida. Que más podría hacer, llevo doscientos años deseando ver su rostro con vida y los mismos deseando que ya no vuelva a esta vida.


Fotografia : Diego Maya Medina http://diegomaya.carbonmade.com/



4 comentarios:

  1. Muy triste, yo tb perdi a mi madre, pero a los 18 años....lo unico que me consuela es la esperanza de la resurreccion....


    Saludos
    Sergio

    ResponderBorrar
  2. Anónimo2:38 p. m.

    Africa, tengo ganas de hacer un relato visual con fotografías en base a algún texto interesante, ojalá con una chica como protagonista, y me gustaría ver si tienes alguna idea o relato que me pudieras proponer, en vista a que nuestra anterior colaboración resultó bastante bien. Espero tu respuesta ;)

    ResponderBorrar
  3. Genial. Simplemente, genial.

    ResponderBorrar